Capítulo 12
Sistemas agroforestales
John G.Farrell y Miguel A. Altieri
La agroforestía es el nombre genérico utilizado para
describir un sistema de uso de la tierra antiguo y ampliamente practicado, en
el que los árboles se combinan espacial y/o temporalmente con animales y/o
cultivos agrícolas. Esta combina elementos de agricultura con elementos de
forestería en sistemas de producción sustentables en la misma unidad de tierra.
Sin embargo, sólo recientemente se han desarrollado los conceptos modernos de
agroforestería y hasta la fecha no ha evolucionado ninguna definición aceptable
universalmente, a pesar de que se han sugerido muchas, incluyendo la definición
de ICRAF: «La agroforestería es un sistema sustentable de manejo de cultivos y
de tierra que procura aumentar los rendimientos en forma continua, combinando
la producción de cultivos forestales arbolados (que abarcan frutales otros
cultivos arbóreos) con cultivos de campo o arables y/o animales de manera simultánea
o secuencial sobre la misma unidad de tierra, aplicando además prácticas de
manejo que son compatibles con las prácticas culturales de la población local» (Consejo
Internacional para la
Investigación en la Agroforestía 1982). Cualquiera sea la definición,
generalmente se está de acuerdo en que la agroforestería representa un concepto
de uso integrado de la tierra que se adapta particularmente a las zonas marginales
y a los sistemas de bajos insumos. El objetivo de la mayoría de los sistemas agroforestales
es el de optimizar los efectos benéficos de las interacciones de los componentes
boscosos con el componente animal o cultivo para obtener un patrón productivo
que se compara con lo que generalmente se obtiene de los mismos recursos disponibles
en el monocultivo, dadas las condiciones económicas, ecológicas, y sociales
predominantes (Nair 1982).
Características de la agroforestería
La agroforestería incorpora cuatro características:
Estructura. A diferencia de la agricultura y la actividad
forestal modernas, la agroforestería combina árboles, cultivos y animales. En
el pasado, los agricultores rara vez consideraban útiles a los árboles en el
terreno para el cultivo, mientras que los forestales han tomado los bosques
simplemente como reservas para el crecimiento de árboles (Nair 1983). Aun así,
durante siglos los agricultores tradicionales han proporcionado sus necesidades
básicas al sembrar cultivos alimenticios, árboles y animales en forma conjunta.
Sustentabilidad. La agroforestería optimiza los efectos
beneficiosos de las interacciones entre las especies boscosas y los cultivos o
animales. Al utilizar los ecosistemas naturales como modelos y al aplicar sus
características ecológicas al sistema agrícola, se espera que la productividad
a largo plazo pueda mantenerse sin degradar la tierra. Esto resulta
particularmente importante si se considera la aplicación actual de la
agroforestería en zonas de calidad marginal de la tierra y baja disponibilidad
de los insumos.
Incremento en la productividad. Al mejorar las relaciones
complementarias entre los componentes del predio, con condiciones mejoradas de
crecimiento y un uso eficaz de los recursos naturales (espacio, suelo, agua,
luz), se espera que la producción sea mayor en los sistemas agroforestales que
en los sistemas convencionales de uso de la tierra.
Adaptabilidad cultural/socioeconómica. A pesar de que la
agroforestería es apropiada para una amplia gama de predios de diversos tamaños
y de condiciones socioeconómicas, su potencial ha sido particularmente
reconocido para los pequeños agricultores en áreas marginales y pobres de las
zonas tropicales y subtropicales. Si se considera que los campesinos
generalmente no son capaces de adoptar tecnologías muy costosas y modernas, que
han sido pasados por alto por la investigación agrícola y que no tienen poder
social o político de discernimiento, la agroforestería se adapta
particularmente a las realidades de los pequeños agricultores.
Clasificación de los sistemas agroforestales
Varios criterios se pueden utilizar para clasificar las
prácticas y sistemas agroforestales (Nair 1985). Se utilizan más corrientemente
la estructura del sistema (composición y disposición de los componentes),
función, escala socioeconómica, nivel de manejo y la distribución ecológica. En
cuanto a la estructura, los sistemas agroforestales pueden agruparse de la
siguiente manera:
• Agrosilvicultura: el uso de la tierra para la producción
secuencial o concurrente de cultivos agrícolas y cultivos boscosos.
• Sistemas silvopastorales: sistemas de manejo de la
tierra en los que los bosques se manejan para la producción de madera, alimento
y forraje, como también para la crianza de animales domésticos.
• Sistemas agrosilvopastorales: sistemas en los que la
tierra se maneja para la producción concurrente de cultivos forestales y
agrícolas y para la crianza de animales domésticos.
• Sistemas de producción forestal de multipropósito: en
los que las especies forestales se regeneran y manejan para producir no sólo
madera, sino también hojas y/o frutas que son apropiadas para alimento y/o
forraje.
Otros sistemas agroforestales se pueden especificar, como
la apicultura con árboles, la acuacultura en zonas de manglar, lotes de árboles
de multipropósito y así sucesivamente. Los componentes se pueden disponer
temporal o espacialmente y se utilizan varios términos para señalar las
variadas disposiciones. La base funcional se refiere al producto principal y al
papel de los componentes, en particular los arbolados.
Estos pueden ser funciones productivas (producción de las
necesidades básicas, como alimento, forraje, leña, otros productos) y roles
protectores (conservación del suelo, mejoramiento de la fertilidad del suelo,
protección ofrecida por los rompevientos y los cinturones de protección).
Basándose en la ecología, los sistemas se pueden agrupar
para cualquier zona agroecológica definida como las zonas tropicales húmedas de
las tierras bajas, zonas tropicales áridas y semiáridas, tierrras altas
tropicales y así sucesivamente. La escala socioeconómica de la produccuión y el
nivel de manejo de los sistemas se puede utilizar como los criterios para
designar a los sistemas como comerciales, intermedios
o de subsistencia. Cada uno de estos criterios tienen méritos y aplicabilidad
en situaciones específicas, pero también tienen limitaciones, por lo que
ninguna clasificación única se puede aplicar universalmente. La clasificación
dependerá del propósito para el que se planifique.
El papel potencial de los árboles
Los árboles generalmente se
subutilizan en la agricultura y, si bien se ha escrito mucho respecto a sus
virtudes (Smith 1953, Douglas y Hart 1976, MacDaniels y Lieberman 1979), su
potencial se ha explotado relativamente poco. A causa de sus hábitos de
crecimiento y su forma, los árboles influyen a otros componentes del sistema
agrícola (Figura 12.1). Sus grandes doseles afectan la radiación solar,
precipitaciones y movimiento del aire, a la vez que su extenso sistema de
raíces ocupa grandes volúmenes de suelo. La absorción de agua y nutrientes y la
redistribución de los nutrientes como el humus, al igual que el movimiento
irruptivo de las raíces y las posibles asociaciones bacteriales/ fungales,
también pueden alterar el ambiente de crecimiento.
Los árboles pueden mejorar
la productividad de un agroecosistema, al influir en las características del
suelo, del microclima, de la hidrología y de otros componentes biológicos
asociados.
Características del
suelo. Los árboles pueden afectar
el nivel de nutrientes del suelo al explotar las reservas minerales más
profundas de la roca parental y recuperar los lixiviados y depositarlos sobre
la superficie como humus. Esta materia orgánica aumenta el contenido de humus
del suelo, el cual a su vez aumenta su capacidad de intercambio de cationes y
disminuye las pérdidas de nutrientes. La materia orgánica adicionada modera
además las reacciones del suelo extremas (pH) y la consecuente disponibilidad
de nutrientes esenciales y elementos tóxicos. Puesto que el nitrógeno, fósforo
y azufre se tienen fundamentalmente en forma orgánica, la abundancia de materia
orgánica es especialmente importante para aprovecharlos. La asociación de
árboles con bacterias fijadoras de nitrógeno y micorrizas también incrementará
los niveles de nutrientes disponibles. La actividad de microorganismos tiende a
aumentar debajo de los árboles, debido a que la materia orgánica es
incrementada (un abastecimiento de alimentos mejorado) y al ambiente de
crecimiento (temperatura y humedad del suelo).
Un estudio realizado para
evaluar el papel de los árboles en los sistemas de agricultura tradicional de
México Central (Farrel 1984), ilustra la influencia potencial de los árboles
sobre la fertilidad del suelo. Las propiedades de la superficie del suelo se
midieron a distancias crecientes de dos especies de árboles, capulin (Prunus
capuli) y sabini (Juniperus deppeana) que se encontraron dentro de
campos de maíz. Se encontraron valores superiores de todas las propiedades
medidas bajo los doceles de capulin, y se observó una gradiente que disminuía
al incrementar la distancia desde los árboles. El fósforo disponible aumentó de
cuatro a siete veces bajo los árboles (Figura 12.2) y los totales de carbón y
potasio aumentaron dos a tres veces; el nitrógeno, el calcio y magnesio aumentaron
de uno y medio veces a tres y la capacidad de intercambio catiónico aumentó de
uno y medio a dos veces. También se encontró que el pH del suelo era mayor bajo
los doseles. Este patrón espacial se atribuyó fundamentalmente a la
redistribución de nutrientes con la caída de las hojas y la acumulación de
materia orgánica cerca de los árboles de ciruelo (capulin).
Los árboles también pueden
aumentar las propiedades físicas del suelo, siendo la estructura del suelo la
más importante. La estructura mejora como resultado del incremento de materia
orgánica (hojas y raíces), de la acción disociadora de las raíces de los
árboles y la actividad de los microrganismos, todos los cuales ayudan a
desarrollar agregados del suelo más estables. La temperatura del suelo se
modera por la sombra y la cubierta de la hojarasca.
La función que pueden
desempeñar los árboles en la protección del suelo es bien reconocida. Además de
reducir la velocidad del viento, el follaje de los árboles disipa el impacto de
las gotas de lluvia que golpean la superficie del suelo. La capa de hojarasca
que cubre el suelo y su estructura mejorada también pueden ayudar a reducir la
erosión de la superficie. El sistema de raíces penetrantes de los árboles
realizan una función importante en la estabilización del suelo, especialmente
en laderas escarpadas.
La inclusión de especies
compatibles y convenientes de perennes leñosos en terrenos de cultivos, pueden
dar como resultado un mejoramiento acentuado en la fertilidad del suelo,
mediante lo siguiente:
1. Aumento en los
contenidos de materia orgánica del suelo por la adición de hojarasca y otras
partes de plantas.
2. Un ciclaje eficiente de
nutrientes dentro del sistema y consecuentemente una mejor utilización de los
nutrientes tanto nativos como los nutrientes aplicados.
3. La fijación biológica de
nitrógeno y la solubilización de nutrientes relativamente escasos, por ejemplo
el fósforo por medio de la actividad de micorrizas y bacterias solubilizadoras
de fosfato.
4. Aumento en la fracción
cíclica de nutrientes de las plantas y reducción de la pérdida de nutrientes
más allá de la zona absorbente de nutrientes del suelo.
5. Interacción
complementaria entre las especies componentes del sistema, dando como resultado
una repartición más eficiente de los nutrientes entre sus componentes.
6. Economía adicional de
nutrientes debido a diversas zonas absorbentes de nutrientes de los sistemas de
raíces de las especies componentes.
7. Efecto moderador de la
materia orgánica del suelo en reacciones de suelo extremo y la consecuente
liberación y disponibilidad de nutrientes.
Microclima Los árboles moderan los cambios de temperatura, dando
como resultado temperaturas máximas más bajas y mínimas más altas bajo los
árboles, en comparación con las áreas abiertas. La disminución de temperatura y
la reducción de los movimientos del aire debido al dosel de los árboles reduce
el promedio de evaporación.
También se puede encontrar
mayor humedad relativa bajo los árboles en comparación con los sitios abiertos.
Hidrología. El equilibrio del agua de un micrositio dado, predio o
región está influido por las características funcionales y estructurales de los
árboles. En distintos grados, dependiendo de la densidad del follaje, y las
características de las hojas, la precipitación pasa a través de ellas hasta el
suelo, se intercepta y se evapora o se redistribuye a la base del tronco por el
propio flujo. La humedad del aire también puede ser recogida por el follaje de
los árboles y ser depositada como precipitación interna (niebla de goteo), una
significativa fuente potencial de agua en áreas de neblinas húmedas. Como
resultado de una mejorada estructura del suelo y la presencia de una capa de
hojarasca, el agua que llega al suelo se utiliza más eficientemente debido al
incremento de la filtración y permeabilidad, reduciendo la evaporación y el
escurrimiento superficial. En gran escala, particularmente en áreas propensas a
las inundaciones, los árboles pueden reducir las descargas de aguas
subterráneas, existiendo la evidencia de que las características hidrológicas
de las áreas de captación son influidas favorablemente por la presencia de
árboles.
Componentes
biológicos asociados. Todas las
plantas, los insectos y los organismos del suelo pueden resultar beneficiados
por la presencia de árboles compatibles.
Aunque los mecanismos
específicos son poco entendidos, por lo general involucran un microclima más
benigno; temperatura de suelo favorable, régimen de humedad y estado de materia
orgánica; una mayor disponibilidad de nutrientes así como su eficiente
utilización y reciclaje. El mejoramiento en el estado de la materia orgánica
del suelo puede dar como resultado una mayor actividad de los microrganismos
favorables en la zona de raíces. Tales microorganismos también pueden producir
substancias que promueven el crecimiento mediante interacciones deseables
provocando efectos comensalísticos en el crecimiento de especies de plantas.
Función productiva. Los
árboles producen gran cantidad de productos importantes para los humanos y los
animales. Además del forraje y alimentos proporcionan productos madereros,
subproductos como aceites y taninos y productos médicos. Por ejemplo, la acacia
negra (Robinia pseudoacacia) es una productora de miel importante, fija
nitrógeno y es productora de postes para cercos muy durables. Leucaena,
otra leguminosa que fija nitrógeno, es valiosa como alimento de ganado y de
aves en los trópicos, debido a su alto contenido de vitaminas y proteínas.
También es una fuente primaria de leña (NAS 1977). Los cultivos de árboles,
también pueden complementar la producción de granos. Especies como el castaño (Castanea),
el algarrobo (Ceratonia) y la acacia honey (Gleditsia) tienen un
valor alimenticio en proteínas, carbohidratos y grasas mayor que granos
convencionales creciendo en tierras marginales sin labranza (Smith 1953).
Ventajas de los sistemas agroforestales
Mediante la combinación de
la producción agrícola y forestal se pueden alcanzar mejor diversas funciones y
objetivos de la producción de bosques y cultivos alimenticios. Existen ventajas
ambientales, como también socioeconómicas, de tales sistemas integrados sobre
la agricultura y/o monocultivos forestales (Wiersum 1981).
Ventajas ambientales
1. Se hace un uso más
eficiente de los recursos naturales. Las diversas capas de vegetación
proporcionan una eficiente utilización de la radiación solar, los diferentes
tipos de sistemas de raíces a distintas profundidades hacen buen uso del suelo
y las plantas agrícolas de corta duración pueden aprovechar de la capa superficial
enriquecida, como resultado del ciclaje mineral mediante las copas de los
árboles. Además la integración de animales en el sistema puede aprovecharse
para la producción secundaria y el reciclaje de nutrientes.
2. La función protectora de
los árboles con respecto al suelo, la hidrología y la protección de las plantas
puede utilizarse para disminuir los peligros de degradación ambiental.
Sin embargo, se debe tener en cuenta que en muchos sistemas agroforestales, los
componentes pueden competir por luz, humedad y nutrientes, por lo tanto se
deben considerar los intercambios. El buen manejo puede reducir al mínimo estas
interferencias y aumentar las interacciones complementarias.
Ventajas socioeconómicas
1. Mediante la eficiencia ecológica se puede aumentar la
producción total por unidad de tierra. No obstante que la producción de
cualquier producto individual puede ser menor que en los monocultivos, en
algunos casos la producción del cultivo base puede aumentar. Por ejemplo, en
Java se ha demostrado que después de la introducción del sistema Taungya, la
producción de arroz de secano aumentó considerablemente.
2. Los diferentes componentes o productos de los sistemas
podrían ser utilizados como insumos para la producción de otros (por ejemplo,
implementos de madera, abono verde), y dismiuir así la cantidad de inversiones
e insumos comerciales.
3. En relación con las plantaciones puramente forestales,
la introducción de cultivos agrícolas junto con prácticas culturales intensivas
bien adaptadas, a menudo se traduce en un aumento de la producción forestal y
en una merma en los costos del manejo arbóreo (por ejemplo, la fertilización y
desmalezaje de los cultivos agrícolas también puede beneficiar el crecimiento
de los árboles), y proporciona una serie más amplia de productos.
4. Los productos arbóreos a menudo se pueden obtener a lo
largo de todo el año, proporcionando oportunidades de mano de obra y un ingreso
regular anualmente.
5. Algunos productos arbóreos se pueden obtener sin
necesidad de un manejo muy activo, otorgándoles una función de reserva para los
períodos en que fallan los cultivos agrícolas, o para necesidades sociales
determinadas (por ejemplo, la construcción de una casa).
6. En la producción de varios productos se distribuye el
riesgo, en la medida que varios de ellos serán afectados de manera diferente
por condiciones desfavorables.
7. La producción se puede enfocar hacia la autosuficiencia
y el mercado. La dependencia de la situación del mercado local se puede ajustar
de acuerdo con la necesidad del agricultor. Si se desea, los diversos productos
son consumidos total o parcialmente, o son destinados al mercado cuando se dan
las condiciones adecuadas.
Algunas restricciones de los sistemas agroforestales
Existe un número de restricciones o condiciones limitantes
para la aplicación de los sistemas agroforestales. Es necesario reconocerlas y
hacer esfuerzos por superarlas, si se desa aplicar con éxito la agroforestería.
Una de las principales limitaciones es en relación con el
hecho que los sistemas agroforestales son específicos del ecosistema, y en
ciertos suelos de baja calidad la elección
de las especies vegetales apropiadas puede resultar limitante, aún cuando
muchos árboles tienen mayor capacidad para adaptarse a los suelos pobres que
los cultivos anuales.
La competencia entre los árboles y los cultivos de
alimentos, y la prioridad que se les debe dar para satisfacer necesidades
básicas, puede excluir del cultivo arbóreo a los agricultores pobres, que
cuentan con muy poca tierra, para cultivar árboles.
Al promover la plantación arbórea, se necesitan beneficios
a corto y largo plazo.
Estos beneficios económicos o productivos deben ser
considerados. Una restricción económica común es que algunos sistemas
agroforestales establecidos recientemente, pueden requerir costos sustanciales
de inversión para comenzar (por ejemplo, material de cultivo, conservación del
suelo, fertilizante). Para dichas inversiones se puede necesitar crédito. En la
mayoría de los sistemas agroforestales pueden ser necesarios algunos años antes
de obtener los primeros rendimientos. En algunos casos, dicho período de espera
requiere apoyo financiero.
El tamaño del terreno puede afectar el tipo de insumos. En
áreas con una alta presión poblacional y suelos pobres, los predios
particulares pueden resultar demasiado pequeños como unidades confiables de
producción. En este caso, es necesario hacer algún tipo de esfuerzo
cooperativo. La disponibilidad de semillas y/o plántulas es una variable
primordial para los proyectos agroforestales. En la mayoría de los casos, una
planificaicón a más largo plazo, incluye el desarrollo de pequeños semilleros junto
con la plantación y mantención de árboles.
El manejo de ganado en algunas ocasiones puede entrar en
conflicto con las actividades agroforestales, especialmente en áreas donde se
practica la ganadería vacuna o caprina.
En áreas con sistemas comunales o de clanes complejos de
tierras, puede resultar difícil desarrollar métodos agroforestales. Los
derechos de posesión constituyen una consideración fundamental para la
agroforestería. Ellos pueden ser un factor limitante.
La tenencia de árboles también constituye una posible
restricción. En algunos casos, la tierra en la cual los árboles pueden ser
plantados y protegidos no pertenece a aquellos que los plantaron. De manera que
los que las plantaron pueden no estar legalmente autorizados para hacer
usufructo de los árboles y su producción. Aún más, en algunos países existen
leyes que restringen la cosecha/tala de los árboles para cualquier propósito, sin
considerar al dueño de la tierra en que se encuentran plantados.
Diseño de sistemas agroforestales
Los ecosistemas naturales pueden ser útiles como modelos
para diseñar sistemas agrícolas sustentables. El rasgo más sobresaliente de los
bosques naturales radica en la organización múltiple de los árboles, arbustos,
malezas y hongos, en la que cada uno utiliza diferentes niveles de energía y
recursos, y donde cada uno contribuye al funcionamiento del sistema total.
Estos estratos reducen el impacto mecánico de las gotas de lluvia sobre la
superficie y disminuyen la cantidad de luz directa que alcanza el suelo, como
consecuencia de lo cual se reduce al mínimo la pérdida potencial de suelo, se
disminuye la evaporación y se retardan los índices de descomposición de materia
orgánica. Generalmente, a nivel de suelo existe muy poco viento. Sobre la superficie,
el humus proveniente de los vegetales en descomposición proprciona una cubierta
protectora y una fuente de nutrientes para reciclar (Figura 12.3).
Todas estas condiciones crean un ambiente ideal para la
microflora y fauna, insectos y lombrices que facilitan la descomposición de la
materia orgánica en el suelo, creando así una buena estructura del suelo, la
que a su vez aumenta la ventilación y el drenaje del agua. Los depredadores y
parásitos residentes mantienen controlados a aquellos insectos potencialmente
dañinos para la vegetación. También existen múltiples capas bajo la superficie,
donde las raíces de diversas formas vegetales mejoran la aireación y la
filtración del agua. Los insectos potencialmente dañinos para la vegetación y
que se mantienen controlados en las plantas, utilizan diferentes volúmenes del
suelo. De esta manera, las ráices de los árboles, que alcanzan mayor profundidad,
interceptan los nutrientes lixiviados bajo la zona radicular de la vegetación más
pequeña y los llevan a la superficie en la forma de humus foliar.
El objetivo principal al
diseñar un sistema agroforestal es resaltar las características ecológicas
fundamentalmente del bosque, de modo que la comprensión de estos procesos en un
sistema natural resulta de vital importancia. La mayoría de los principios que
se presentan en el Capítulo 5 se pueden aplicar al diseño de sistemas agroforestales,
especialmente las ideas de Hart (1978), sobre el diseño de secuencias de
cultivos de manera análoga a la sucesión natural. En las zonas tropicales
húmedas, los modelos de sucesión pueden ser particularmente apropiados para
diseñar ecosistemas agrícolas. En Costa Rica, los ecólogos realizaron
reemplazos espaciales y temporales de especies silvestres por especies de
plantas botanica, estructural y ecologicamente similares. Las especies del
ecosistema natural tales como Heliconia, curcubitáceas, especies de Ipomoea,
leguminosas, arbustos, pastos y árboles pequeños fueron reemplazadas por
platanos, variedades de zapallo, ñames, camotes, cultivos de frijoles locales, Cajanus
cajan, maíz/sorgo/arroz, papaya, cashew (nuez tropical) y especies de Cassava,
respectivamente. Alrededor del segundo y tercer año, los cultivos arboreos de
rápido crecimiento (por ejemplo, nuez del Brasil, duraznero palisandro)
formaron un estrato adicional y mantuvieron así una cubierta continua del
cultivo; evitando la degradación del terreno y la lixiviación de nutrientes; y
proporcionando rendimientos a lo largo del año. Este enfoque puede resultar muy
útil en regiones carentes de vegetación natural, donde se pueden iniciar
modelos de sucesión a partir de áreas ecológicamente homólogas. Oldeman (1981)
propuso el concepto de «transformación» como otro diseño opcional. De manera
complemantaria al método análogo, dicho concepto se basa en el análisis
estructural de unidades colectivas (ecounidades). La transformación se puede
lograr al reemplazar especies silvestres por especies útiles que cumplen el
mismo nicho estructural y funcional de los silvestres. Este proceso transforma
la estructura del sistema natural al mismo tiempo que mantiene sus propiedades
benéficas.
En ocaciones en que un área
totalmente forestada no es apropiada para un predio, los árboles se pueden
combinar de otras formas con cultivos y animales para aumentar las relaciones
funcionales requeridas. Wiersum (1981) y Combe y Budowski (1979) han resumido
estas prácticas en sus intentos por desarrollar un sistema de clasificación para
las técnicas agroforestales.
Arreglos vegetacionales
Al ordenar las especies
vegetales componentes en el tiempo y el espacio, se deben considerar algunos
factores. Ellos pueden incluir los requerimientos culturales de las especies
componentes al crecer juntas, su fenología y forma de crecimiento (sobre y bajo
el suelo), las necesidades de manejo para todo el sistema y la necesidad de acciones
adicionales como la conservación del suelo o el mejoramiento del microclima.
Es por esto que los
arreglos de ordenamiento tienen propiedades específicas. Los posibles arreglos
comprenden (Nair 1983):
1. Cultivar
intercaladamente especies arbóreas con cultivos agrícolas anuales, sembrar, en
forma simultánea, especies herbáceas y arbóreas (o durante la misma temporada).
El espaciamiento de las
especies arbóreas variará considerablemente, sin embrago, en general, en las
regiones más secas, este espacio será de un ancho superior.
Este esquema también se
puede aplicar en cultivos agrícolas como el caucho (rubber) y la palma de
aceite.
2. Limpiar las franjas casi
a un metro de ancho en bosques primarios o secundarios a intervalos
convenientes, y sembrar especies agrícolas perennes que toleren la sombra, como
el cacao. Luego, cuando las especies sembradas crezcan, la vegetación forestal
se entresacará según convenga y, dentro de 5 años, se contará con un dosel de 2
ó 3 capas que estará compuesto por las especies agrícolas perennes y las
forestales elegidas.
3. Introducir prácticas de
manejo como la entresiembra y la poda con el fin de que penetre más luz en la
superficie del terreno y así sembrar especies agrícolas seleccionadas entre las
hileras de los árboles. El grado de entresacado o de poda dependerá de la
densidad arbórea de la estructura del dosel y otros.
4. En áreas inclinadas, las
especies arbóreas seleccionadas pueden sembrarse en líneas perpendiculares a la
pendiente (a lo largo del contorno) con diferentes disposiciones de siembra
(hileras únicas, dobles, alternadas) con diversas distancias entre las hileras;
los pastos del suelo pueden establecerse entre los árboles a lo largo del contorno.
El área entre las hileras se puede usar para las especies agrícolas.
5. Sembrar, en forma
proximal, árboles de mútiples própositos alrededor de los lotes de los campos.
Los árboles formarán cercos vivos y rompevientos, proporcionarán forraje y
combustible y marcarán los límites de los predios agrícolas. El esquema es
particularmente apropiado para áreas de tierra de uso extensivo.
6. Intecalar intensivamente
con árboles, las áreas agrícolas manejadas en una forma regular o al azar. El
sistema es conocido, por campesinos dueños de pequeños terrenos, en Asia, el
Pacífico, Africa y América del Sur.
Ejemplos de agroforestería
Los huertos familiares, en
áreas tropicales, representan uno de los ejemplos clásicos de la
agroforestería. Estos constituyen formas altamente eficientes de uso de la
tierra, incorporando una gran variedad de cultivos con diferentes hábitos de
crecimiento.
El resultado es una
estructura similar a los bosques tropicales con diversas especies y una
configuración por estratos. A través de las áreas tropicales, los sistemas agroforestales
tradicionales pueden incluir, sin ningún problema, más de 100 especies de
plantas por campo. Estas se usan para la obtención de materiales de
construcción, leña, herramientas, medicamentos, alimentos para el ganado y el
hombre. Por ejemplo, en México, los indios Huastecas manejan varios campos
agrícolas y de barbecho, complejos huertos domésticos y lotes forestales que
suman casi 300 especies.
Las áreas pequeñas que
rodean las casas, generalmente tienen un promedio de 80 a 25 especies de plantas
útiles, en su mayoría plantas medicinales nativas. El manejo de la vegetación
no perteneciente al cultivo, llevado a cabo por los Huastecas en estos
complejos sistemas agrarios, ha influido en la evolución de las plantas
individuales, en la distribución y composición del cultivo total y en las
plantas no cultivadas.
Igualmente, el sistema
tradicional pekarangan, descrito en el Capítulo 6, abarca, en general,
alrededor de 100 ó más especies de plantas. De dichas plantas, casi el 42%
proporciona materiales de construcción y leña, el 18% corresponde a árboles frutales;
el 14%, a hortalizas y el resto contituye plantas ornamentales y medicinales, especias
y, además, cultivos comerciales.
Otra técnica agorforestal
comprende el cultivo intercalado intensivo con cultivos de plantación, como el
coco, el cacao, el café y el caucho (rubber). En India, los cultivos como la
pimienta negra, el cacao y la piña se siembran bajo el coco, usando la luz
disponible como también un gran porcentaje del volumen del suelo (Nair 1979).
El café, el té y el cacao
se siembran tradicionalmente bajo uno o dos estratos de árboles que
proporcionan sombra; éstos corresponden, a menudo, a leguminosas fijadoras de
nitrógeno que también otorgan valiosos productos madereros.
En lugares semiáridos y áridos, la práctica agroforestal
preponderante es la utilización de árboles multipropósitos mezclados con
cultivos o como parte de sistemas pastorales. Las especies como Acacia y
Prosopis, no son valoradas sólo por sus productos madereros y de forraje, sino
que también por la capacidad de enriquececimiento del suelo. La fenología única
de la Acacia
albida (sin hojas durante la temporada lluviosa) la convierte en un componente
ideal de las regiones productoras de sorgo y mijo en el Oeste de Africa y en la
zona de Sahel.
En México, se han descrito usos similares de árboles
(Wilken 1977), donde los agricultores estimulan el cultivo de leguminosas
nativas en campos cultivados. Desde Puebla y el sur de Tehuacan cruzando por
Oaxaca, los predios pueden ser abiertos ó moderadamente densos con especies de
mésquita (Prosopis spp.), guaje (Leucaena esculenta) y guamuchil
(Pithecellobium spp.), todos éstos de propiedades familiares.
La densidad de los cultivos varía desde campos con sólo
unos pocos árboles hasta virtualmente bosques con cultivos sembrados abajo.
Cerca de Ostuncalco, Guatemala, se descubrió una práctica
algo diferente, el sauco (Sambucus mexicana) es rigurosamente podado y colocado
en algunos puntos de los campos de maíz y papas. Anualmente se extraen las
hojas y las ramas, se esparcen alrededor de las plantas del cultivo, luego se
cortan y se entierran con un azadón ancho.
Los agricultores locales manifiestan que el rendimiento y
la calidad del cultivo en los suelos volcánicos de esta región dependen de las
aplicaciones anuales de hojas de sauco.
En muchas áreas, los árboles también se integran al predio
al igual que los animales.
Los predios se caracterizan por tener desde pequeños
animales destinados a huertos domésticos en áreas tropicales, hasta ganado que
pastorean los huertos de Chile (Altieri y Farrell 1984) y ganado que pastorea
en plantaciones forestales en Nueva Zelandia y el sureste de EE.UU (Lewis et
al. 1984, Tustin et al. 1979).
Opciones de manejo agroforestal
Cultivos en hileras en áreas de alto potencial
El cultivo intercalado constituye un sistema apropiado
para los huertos domésticos y para las tierras cultivables. Este sistema puede
ser beneficioso por lo siguiente:
• Proporciona abono verde o mulch para cultivos asociados
de alimentos y regula los nutrientes de las plantas desde las capas más
profundas del suelo.
• El material podado se aplica como mulch y proporciona
sombra durante la temporada otoñal.
• Elimina las malezas.
• Proporciona las condiciones favorables para los macro y
microorganismos del suelo; y al sembrarlo a lo largo del contorno del terreno
elevado, proporciona una barrera para el control de la erosión del suelo.
• Realiza podas para la obtención de forraje, materiales
para estacas y leña.
• Proporciona nitrógeno, biológicamente fijo, al cultivo
asociado.
Siembra en contorno
La siembra en contorno es útil si se presentan las
siguientes condiciones:
• Suelos agotados o pobres.
• Terrenos con pendientes (sometidos a erosión) y tierras
no erosionadas.
• Densidad de población de media a alta.
La siembra en contorno
puede ayudar de la siguiente manera:
• Abastece/mejora los
nutrientes del suelo y aumenta el contenido de materia orgánica.
• Reduce la pérdida de agua
y suelo.
• Reduce el riesgo de
perder el cultivo durante temporadas extremadamente secas, moderando los
efectos de la excesiva evaporación de humedad en terrenos expuestos.
• Brinda productos
madereros para el consumo en el hogar o para la venta.
El sistema agrícola
adecuado donde se puede utilizar este sistema está conformado por un cultivo
permanente, un predio de tamaño medio o pequeño y un requerimiento de mano de
obra de medio a alto por unidad de tierra. Las especies de crecimiento rápido
pueden establecerse a comienzos de la temporada de cultivo, lo que brinda la
posibilidad de crecer mientras que el ganado se mantenga fuera del área cultivable.
Banco de forraje (para
corte)
Es de gran utilidad el
establecimiento de bancos de forraje en lugares donde existe una alta densidad
de población y mercados cercanos para los productos del ganado. Los bancos de
forraje pueden mejorar la calidad y disponibilidad de forraje, sobre todo a fines
de la estación seca o a comienzos de la estación húmeda. Además, estos bancos reestablecen/mejoran
el contenido de material orgánico y los nutrientes del suelo.
El crear estos bancos de
árboles facilitará la obtención de madera para cercos. Los cultivos puros
(bloques, fajas, líneas) de árboles (principalmente forraje de hojas) se pueden
plantar cerca de los corrales del ganado, en los jardines del predio, en
tierras arables y áreas de pastoreo y a lo largo de los cursos de agua y
alrededor de los márgenes de regadío.
El sistema agrícola
apropiado para los bancos de forraje es en pequeños predios, donde hay un uso
intensivo de la tierra, un sistema alimenticio de corral y una alta cantidad de
mano de obra por animal.
Bancos de forraje (para
pastoreo)
Los bancos de forraje para
el pastoreo por lo general se ubican en las áreas de pastoreo.
Pueden estar en cerros
(especialmente especies de vainas) y en tierras elevadas a lo largo de los
cursos de agua.
Los bancos de forraje para
el pastoreo mejorarán la existencia y calidad del forraje en zonas cuya
densidad de población es baja a media, y mejorarán/restaurarán los nutrientes
del suelo y el nivel de la materia orgánica.
Una combinación de árboles
(vainas y hojas) y pastos (cercados) se pueden plantar en bloques. Las especies
de vainas y las especies foliares deberían plantarse a lo largo de los cercos.
Los árboles aislados necesitan ser protegidos por espinas. Las especies
proporcionarán un complemento alimenticio para el ganado durante las lluvias.
Las especies seleccionadas
se deben adaptar al suelo y clima local y además tener otros atributos como
palatabilidad, alto contenido protéico, facilidad de establecimiento al sembrar
semillas o transplantar directamente. Los árboles de vainas para los cerros y
tierras elevadas se siembran desde Agosto hasta Diciembre. Las variedades que
se siembran por sí solas en los lugares de riego deben tolerar hasta seis meses
de anegamiento.
Mejoramiento de los frutales
En el huerto y el área arable del predio es útil añadir
árboles frutales. Los árboles aislados, plantados cerca del hogar, permitirán
la protección de los animales. Los árboles frutales también se pueden plantar
para crear límites alrededor del predio.
Esto mejorará la nutrición, producirá frutas para la venta
y proporcionará sombra y leña.
El uso del sistema está limitado por la disponibilidad de
las variedades de frutas.
Se necesita ajustar a la extensión de tierra disponible las
variedades y el manejo, por ejemplo, propagación, injerto y yemación,
plantación, aplicación de mulch, riego y el control de las malezas, plagas y
enfermedades.
Bordes/cercos vivos
Los bordes y cercos vivos son útiles en áreas con una
densidad de población alta a media y donde los animales deambulan libremente en
el sector. Los cercos vivos o bordes proporcionan una alternativa a las rejas
construidas, puesto que:
• Demarcan los límites; por ejemplo entre/alrededor de
escuelas, predios y campos (en especial prados en sistemas de pastoreo).
• Protegen de la devastación causada por el ganado que
pastorea libremente, por ejemplo, tierras de cultivo, huertos, semilleros,
bosquetes forestales, embalses, bancos de proteínas (sistemas de pastoreo),
huertos de verduras y casas.
Además, los cercos pueden ofrecer beneficios secundarios,
tales como la reducción de la influencia adversa del viento, y proporcionan no
sólo material orgánico a suelos adyacentes, sino también diversos productos a
las comunidades locales (leña, palos, frutas, fibra, medicina, etc.).
El sistema agrícola apropiado para los cercos vivos es el
predio pequeño o medio con un cultivo permanente.
Cultivo intercalado o combinado
El cultivo intercalado o combinado es más útil en suelos
pobres o que se agotan fácilmente, en tierras planas o con poca pendiente y en
áreas con una densidad de población media. Este sistema servirá para
restaurar/mejorar los nutrientes del suelo y para aumentar la materia orgánica.
Aquí el sistema agrícola apropiado es un cultivo
permanente, predios de tamaño pequeño a medio que utilicen un requerimiento de
mano de obra medio, por unidad de tierra, y que no crien animales (cuando hay
una alta densidad arbórea).
Plantación de árboles domésticos/industriales en estratos
múltiples
El cultivo de árboles en estratos múltiples se adapta
mejor a los huertos familiares y al estrato más alto de árboles productivos en
cercos o plantaciones. La plantación de multiestratos es apropiada en áreas
donde existe una alta densidad de población y donde existe un régimen de
lluvias considerable. Aportará recursos para los productos de los árboles,
algunos de los cuales abastecerán las necesidades de la familia.
Esto también puede reducir los gastos de dinero y puede
aumentar el ingreso de éste.
Los sistemas de cultivo de árboles en estratos múltiples
son apropiados para los sistemas agrícolas pequeños con un alto requerimiento
de mano de obra por área.
Plantación de árboles alrededor de canales de riego y
embalses
Plantar árboles alrededor de canales de riego y embalses
es apropiado donde exista una densidad alta de población o hay una gran
cantidad de animales. El plantar árboles reducirá el daño causado a los canales
de riego y embalses por el ganado. Proporcionará además, materiales para los
productos de madera que se consumen en el hogar o que se venden. Los árboles se
pueden plantar en franjas o en bosquetes. Una combinación de árboles con pasto
también ayuda. La plantación también se puede separar y combinar con especies
de estratos múltiples. El sistema agrícola apropiado es un predio pequeño ó
mediano con un cultivo permanente.
Desmalezaje selectivo
Donde existen grandes cantidades de acres de bosque nativo
con bosques madereros, el desmalezaje selectivo es útil. También es
particularmente útil en áreas descongestionadas donde exista una baja densidad
de población. El desmalezaje selectivo conservará la vegetación nativa
funcional, la biodiversidad, y ayudará a asegurar el abastecimiento futuro de
productos del bosque y germoplasma. En este sistema los árboles seleccionados
se dejan en las tierras de cultivo. Las líneas de árboles y arbustos se dejan
alrededor de tierras recién abiertas, entre campos y a lo largo de caminos, huellas
y cursos de agua. El sistema agrícola apropiado son los predios medianos y grandes
con un bajo requerimiento de mano de obra por área.
Plantación de bosquetes para leña y postes
La plantación de bosquetes para leña y postes es apropiada
para áreas deforestadas y para todas las zonas con un mercado para postes y/o
leña. Dichos bosquetes pueden producir leña/postes para satisfacer las
necesidades familiares y/o las necesidades de la industria familiar. También
pueden proporcionar dinero para la familia. Los bosquetes deben cercarse. Se
recomienda poner «cercos vivos», donde sea posible, dentro del área de
protección que ofrecen los postes. Se recomienda además, utilizar rompe fuegos.
El sistema agrícola apropiado es el predio de mediano a grande con un requerimiento
de mano de obra de bajo a medio por área unitaria. El sistema también es
apropiado para los predios de tabaco (para la construcción de establos y para curación)
y en los pequeñas industrias, por ejemplo, albaliñería y pequeñas minas.
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